viernes, 18 de septiembre de 2009

LA CLEPSIDRA

No de agua, de miel, será la última
gota de la clepsidra. La veremos
resplandecer y hundirse en la tiniebla,
pero en ella estarán las beatitudes
que al rojo Adán otorgó Alguien o Algo:
el recíproco amor y tu fragancia,
el acto de entender el universo,
siquiera falazmente, aquel instante
en que Virgilio da con el hexámetro,
el agua de la sed y el pan del hambre,
en el aire la delicada nieve,
el tacto del volumen que buscamos
en la desidia de los anaqueles,
el goce de la espada en la batalla,
el mar que libre roturó Inglaterra,
el alivio de oír tras el silencio
el esperado acorde, una memoria
preciosa y olvidada, la fatiga,
el instante en que el sueño nos disgrega.
Jorge Luis Borges

miércoles, 16 de septiembre de 2009

LA VENTANA: HISTORIAS DE MIGRANTES


Les dejo una ventana de contrastes en torno al fenòmeno de la migracion, similitudes de fronteras que se suceden en dos paìses tan diferentes y tan iguales: Mexico y España: pero no pretendo abordar este tema en torno a las crudas cifras y estadisticas de muertes, sino por el contrario dejarlos en la reflexion de Lucìa Extebarria que con su humor negro difumina esta situacion. México es un país de emigrantes que no se reconoce como tal. Desde hace más de un siglo se ha caracterizado por ser un exportador neto de mano de obra a Estados Unidos: 98 por ciento de la población mexicana que vive en el extranjero se concentra en ese país. México tiene 11 millones de ciudadanos fuera de sus fronteras, lo que representa poco más de una décima parte de sus habitantes. (Jorge Durand en http://migracion.jornada.com.mx/migracion/opinion/mexico-pais-de-emigrantes) Cuando un país expulsa esa cantidad de gente su situación se califica como de emigración masiva. México es el principal exportador de mano de obra en América Latina y ocupa el segundo lugar a escala mundial, después de India, un país con más de mil millones de habitantes. Al mismo tiempo, ocupa el segundo lugar mundial en cuanto a la recepción de remesas.....

La eterna migración a Estados Unidos

Las bardas se hicieron más grandes, pero no lograron frenar el flujo de almas........los operativos se hicieron más frecuentes
Sin embargo, la ley de la oferta y la demanda se impone y los ríos de migrantes latinos en busca de empleo no dejó de fluir a los Estados Unidos.


Este fenómeno crea una gran variedad de factores demográficos y estadísticos, razón por la cual se considera de gran interés revisar las gráficas relativas a:

Principales estados expulsores de migrantes
Población mexicana en 21 ciudades norteamericanas
Remesas enviadas a México por trabajadores migrantes en Estados Unidos
Violaciones a los Derechos Humanos
Autoridades responsables de violación de Derechos Humanos
Población hispana en Estados Unidos

Para Lucia, ironicamente hablando, la migración no es solo la percepción de un ambiente que se transforma, sino la adquisicion de una nueva perspectiva en este ya de por si, alborotado mundo:
Hace diez años, vivir en El Raval era el chollo del siglo: el barrio estaba en pleno centro de Barcelona, los alquileres estaban tirados y se podía comer por dos duros en cualquiera de los tropocientos mil restaurantes paquistaníes que brotaban como champiñones en cada acera ¿ Quién podía pedir más?. Ahora el barrio, por supuesto, sigue en pleno centro de Barcelona, pero no hay simple mortal que pueda pagar el precio de un alquiler, pues los que pueden no son mortales simples, sino semidioses, miembros de una raza superior mucho más bella y bien alimentada que a la que yo pertenezco, y a los paquistaníes de toda la vida amenazan con exterminarlos unos restaurantes vegetarianos y orgánicos, de mucho glamour y disseny, donde van a comer los modelos y modelas más guapos de la ciudad condal y donde los camareros parecen salidos de un desfile de Versace. Ideales los restaurantes, eso no hay quien lo niegue, con sus lamparitas de luz indirecta y sus sillas que parecen salidas de las páginas del Wallpaper, todo lo bonitos que usted quiera, pero muy caros, eso no me lo va a negar.
Encantada estaba yo con los senegaleses, los árabes, los filipinos y los paquistanies. Mientras más hubiera en el barrio, más barato salía el alquiler, y por mucho que se hablase de peligrosidad, el caso es que a mi no me atracaron nunca. Muy al contrario, los convencinos resultaron un prodigio de educación y buenas maneras, cuando no una impagable fuente de inspiración, porque no se inspire escuchando los grandes exitos-karaoke de Karina ¡ en tagalo!, es que no se inspira nunca. Lo digo por experiencia, pues durante un tiempo breve pero intenso compartí piso en un edificio de la calle La Paloma en el que teniamos por vecinos a unos seiscientos millones de filipinos que residían todos en una espacio de sesenta metros cuadrados, milagro que solo podría explicarse recurriendo a la intervención divina - los filipinos son muy católicos- o a la de la física cuantica : ¿ albergaría el pequeño piso infinidad de universos paralelos? ¿estaría allí el Aleph de Borges, y asi los filipinos habían encontrado en una esquina la puerta para trasladarse a diferentes dimensiones?)
Feliz vivía yo, como decía, hasta que llegó la horda terrible de inmigrantes, los que verdaderamente nos hundieron la vida, los despiadados , los fieros , los taimados: ¡los arios!, esos descendientes de los vikingos que han heredado de sus antecesores la crueldad, la beligerancia y las malas maneras. Los estudiantes erasmus finlandeses, suecos u holandeses, que venían a gastarse su beca de treinta mil euros anuales en alquiler y cerveza, los escritores norteamericanos asimismo generosamente becados por alguna fundación de oscuro nombre y no menos oscuros intereses, los sobrinos de condes noruegos ( los conozco personalmente) herederos de un capital tan ingente que no podrían pulírselo en una sola vida, los presuntos pintores, escultores, diseñadores o cineastas, pijos arty-burgueses felices destinatarios de sueldos, herencias o fideicomisos magníficos y albergadores de inquietudes pseudoartisticas nacidas de la convicción de que ellos (afortunados ganadores en el juego azaroso de la lotería genética que han nacido en países o familias ricas y que nunca han tenido que luchar mucho ni poco ni sacrificar nada por estar donde están) no han sido asimilados por el sistema ni la globalización. Y para probar lo sublime y lo sincero de las tales inquietudes¿ qué mejor forma de demostrar lo outsider y avant garde que es uno que trasladarse a la ciudad ideal, esa joya mediterránea tan eternamente bonancible, tan vecina al mar, , tan glamorurosa, tan exotica, tan de disseny, tan arquitectónicamente divina - ese encanto sin par del barrio gótico, tan auténtico, tan demodé, tan vintage, tan definitivamente in...- y, para colmo, tan buena anfitriona como para ofrecer al regocijado visitante una amplia variedad de bares abiertos toda la noche?.

Así que el barrio pasó de lo cotidiano a lo inalcanzable en dos tardes, como quien dice, y ahora es de lo más fashion arty, trendy... y de lo más inasequible, transformación que ha vivido casi toda la ciudad merced a la invasión aria, la especulación inmobiliaria, los fastos de los juegos olímpicos, etc, etc.... Ahora resulta imposible pagar un alquiler, y ni soñar con comprarse una casa. Y el antiguo encanto de los bares tipo el Kentucky, donde uno podía encontrarse conviviendo en perfecta armonía al camello paquistaní, la pija de Pedralbes, el charnego de Horta y la enteradilla madrileña ( esa era yo), ha sido sustituido por el tedio de antros tipo el Benidorm, y por la aterradora uniformidad de sus parroquianos: arios sumidos en un mutismo empastillado o etílico ( tampoco podrían hablar aunque quisieran, dado el volumen atronador de la música) que miran al techo con ojos huecos y expresiones ausentes, convencidos de que el aburrimiento más patético y vacío no expresa sino la más refinada conciencia del glamour y la posmodernidad.

Barcelona sigue siendo bona (la playa a golpe de autobús, el eterno buen tiempo, las mujeres guapísimas, el barrio gótico, la excelente comida, etc, etc...) pero está a punto de dejar de serlo: el precio de la vivienda se ha puesto astronómico, y la ciudad, cada día más sucia y más ruidosa, está renunciando al concepto tradicional de vida de barrio, de convivencia vecinal ( gente normal y corriente, que se conoce de toda la vida, que mantiene viva en todos los sentidos- una red interactiva de relaciones, favores, disputas, conflictos, encuentros y desencuentros, deseos y rechazos), a favor del modelo colmena alienante tipo nueva york ( vecinos que ni se tratan, que desconocen el nombre del de la puerta de enfrente, que no charlan cada mañana con el panadero de toda la vida porque no ya hay panaderia sino supermercado de gran cadena o, peor aún, macrocentro comercial, que tienen que recurrir a los programas del corazón o a las sitcom como sustitutivo de red de amigos, de calor de familia o de sentimiento de pertenencia a un grupo), una gris existencia marcada por una soledad extrañamente habitada la peor de las soledades, pues nada peor que sentirse sola cuando una está rodeada de gente, gente que ni le mira, ni le habla, ni parece mínimamente interesada en una-, una tristisima experiencia de desamparo, de destierro entre los propios, que yo ya he vivido , para mi desgracia , en Madrid, y que no me apetece vivir en Barcelona, ciudad que representaba para mí en su día el antídoto a la incomunicación capitalina.

Así que, barceloneses, haced caso a las consignas de Le Pen, pero adaptarlas sabiamente. Vuestro enemigo es el inmigrante, pero no el honrado inmigrante de tez morena que al fin y al cabo viene a trabajar y a buscarse la vida, sino el colonizador rubio y fornido que os quita vuestras casas, se bebe vuestros gin tonics y seduce a vuestras mujeres. Es cierto que digo esto con ironía, porque en realidad odio a Le Pen y a lo que representa con toda mi alma, y para colmo formo parte de esas mujeres cuya ( improbable) virtud ya ha sido mancillada ( y numerosas veces, para colmo) por los colonizadores. Pero, en fin... el que quiera entender, que entienda, que a buen entendedor tres folios le bastan.
fuente: http://www.lucia-etxebarria.com/porqueracista.htm